jueves, 13 de diciembre de 2007

En plan de avance...

Bueno, pues ya que estaba ocioso he decidido empezar el asuntillo de la cerveza de una forma rápida y más bien cortita. Si luego alguien añade algo a su gusto, pues por mí perfecto. Y una vez dicho esto, pongámonos en situación:

Seguro os ha pasado alguna vez. Estáis con un botellín de cerveza y un amigo\a lo golpea en la parte superior con la base de otro. Inmediatamente, la sabrosa cerveza se convierte en una explosión de espuma intentando salir a toda velocidad.

Este efecto está producido por el dióxido de carbono (CO2) disuelto en la cerveza. Ocurre lo siguiente:

Cuando la botella está cerrada, la concentración de CO2 en el líquido y en la parte vacía están en equilibrio. Al abrirse, baja la presión y el CO2 tiende a escapar intentando alcanzar un nuevo equilibrio que depende de la presión y de la temperatura. (Aquí es cuando uno que quiera profundizar tiene que revisar la Ley de Boyle y esas cosas...) Para ello crea burbujas, un proceso lento y muy complejo.

Otro ejemplo lo tenemos en las botellas de cava. Solemos enfriar las botellas de cava y a menor temperatura aumenta la capacidad del líquido para absorber CO2. Si está lo bastante fría durante suficiente tiempo, la mayoría del gas será absorbido y podremos abrirla sin problemas. Pero, ¿Qué sucede si agitamos la botella de cava o golpeamos el botellín de cerveza? En ambos casos, creamos burbujas y una vez creadas su crecimiento es muy rápido y casi explosivo.

Así que ahora ya podemos seguir golpeando los botellines de los demás (pero entendiendo eh, entendiendo... (:P).

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